November 04, 2025, 00:34
Rutas por el norte: descubriendo los pueblos pesqueros del Cantábrico
Desde Luarca hasta Getaria, un recorrido entre acantilados, gastronomía marinera y tradiciones vivas.
Por Carmen Vidal

El litoral cantábrico ofrece una de las rutas más pintorescas y auténticas de España. A lo largo de sus costas, pequeños pueblos pesqueros conservan intacta su esencia marinera entre acantilados, playas y cascos antiguos de calles empedradas. Desde Asturias hasta el País Vasco, cada localidad invita a descubrir una parte del alma norteña: su gastronomía, su hospitalidad y su profunda conexión con el mar.
El recorrido puede comenzar en Luarca, conocida como la Villa Blanca de la Costa Verde. Sus casas encaladas, su puerto activo y el faro que corona el acantilado conforman una imagen inconfundible. Los visitantes suelen pasear por el paseo marítimo al atardecer o probar los pescados frescos en los restaurantes del muelle, donde las redes y los barcos recuerdan que la tradición pesquera sigue viva.
Continuando hacia oriente, Lastres en Asturias y San Vicente de la Barquera en Cantabria destacan por su belleza natural y su arquitectura popular. Ambas localidades combinan el encanto de los pueblos marineros con un entorno privilegiado de montes y playas. En sus calles estrechas, el aroma a sal y madera se mezcla con el bullicio de los mercados donde se subasta el pescado recién llegado.
En el País Vasco, Getaria es parada obligatoria para los amantes de la historia y la gastronomía. Cuna del navegante Juan Sebastián Elcano, este pequeño municipio guipuzcoano ofrece una experiencia única con sus parrillas de pescado al aire libre y su vino local, el txakolí. Desde el monte San Antón, conocido como el Ratón de Getaria, se obtienen vistas espectaculares del Cantábrico.
La ruta también invita a explorar localidades menos conocidas como Mundaka, Castro Urdiales o Llanes, donde el mar y la montaña conviven a pocos kilómetros de distancia. En estos pueblos, las fiestas patronales, las regatas y las ferias de marisco mantienen vivas tradiciones ancestrales que reflejan la relación inseparable entre las comunidades y el océano.
Los viajeros que buscan tranquilidad encontrarán en el norte un refugio lejos del turismo masivo. Pequeños alojamientos familiares, posadas rurales y casas de pescadores rehabilitadas ofrecen experiencias cercanas y auténticas. Además, la red de carreteras costeras y caminos de senderismo facilita recorrer el litoral a ritmo pausado, descubriendo rincones ocultos y panorámicas de gran belleza.
Recorrer los pueblos pesqueros del Cantábrico es adentrarse en una cultura que se resiste al paso del tiempo. En cada puerto, en cada lonja y en cada plato servido con cariño, se refleja una manera de vivir marcada por el respeto al mar y la tradición. Una ruta que combina historia, naturaleza y sabor, y que invita a regresar una y otra vez.