Economía
Pequeños comercios se adaptan al pago digital para sobrevivir
Un informe económico destaca el atractivo de la capital catalana para grandes multinacionales.
Por Laura Gómez | 2025-08-15 02:08

Los pequeños comercios de Barcelona están viviendo una transformación acelerada con la incorporación de sistemas de pago digital. Cada vez más tiendas de barrio han comenzado a aceptar aplicaciones móviles, tarjetas sin contacto y billeteras electrónicas, adaptándose a las nuevas demandas de los consumidores.
Este cambio responde a la necesidad de competir en un mercado dominado por la inmediatez y la comodidad. Los clientes valoran la rapidez en las transacciones y la posibilidad de prescindir del dinero en efectivo, lo que ha impulsado a muchos negocios a invertir en nuevas tecnologías.
Los comerciantes destacan que la digitalización de los pagos no solo agiliza el proceso de compra, sino que también les permite llevar un mejor control contable. Los sistemas digitales generan informes automáticos que facilitan la gestión financiera y reducen la posibilidad de errores humanos.
Programas de apoyo impulsados por el Ayuntamiento y asociaciones de comerciantes han contribuido a esta transición, ofreciendo subvenciones para la adquisición de terminales y cursos de formación sobre el uso de herramientas digitales. Gracias a estas ayudas, muchos negocios han dado el salto tecnológico con mayor facilidad.
No obstante, algunos comerciantes han manifestado su preocupación por las comisiones que imponen ciertas plataformas de pago, ya que pueden reducir sus márgenes de beneficio. También existen dudas entre personas mayores, tanto comerciantes como clientes, que aún prefieren el dinero en efectivo.
Pese a estos obstáculos, los expertos consideran que la tendencia es irreversible. La pandemia aceleró la aceptación del pago digital y, desde entonces, se ha consolidado como una práctica habitual en la mayoría de comercios. El efectivo pierde protagonismo frente a la rapidez y seguridad de las soluciones tecnológicas.
Con la adaptación al pago digital, los pequeños comercios de Barcelona buscan no solo sobrevivir, sino también posicionarse mejor en un mercado cada vez más competitivo. La clave estará en combinar la tradición y la cercanía que los caracteriza con la innovación que exige el consumidor moderno.